miércoles, 31 de julio de 2013

San Valentín número 17


 
En realidad no había hablado con su madre sobre ciertos temas, fue más bien su padre quien le dio valor, para preparar todo aquello. Aunque se había pasado mucho al explicarle algunas cosas, pero bueno nada quedaba de más.
 
Ya había visto a Lali durante la entrega de regalos en el colegio, dónde ella le había dado aquella tarjeta rosada que decía:
 
“Recuerdo de nuestro maravilloso San Valentín número 17”
Lali
Febrero 14 de 1989
 
Y lo más gracioso fue el hecho de qué el escribió lo mismo en su tarjeta, se rieron nerviosamente y después de eso no la había visto en toda la tarde. Esperaba que llegara a la “cita” a la hora acordada.
 
Camino por toda la estancia de su casa, como un león enjaulado, miro el reloj de pared por décima vez para comprobar que faltaban cinco minutos para las 7, se suponía que ella llegaría a las 6:30 y aun no había señales. Se detuvo frente al teléfono y cuando estaba a punto de marcar el número sonó el timbre.
 
- Pensé qué… - todo lo que iba a decir murió en el momento que la vio. Llevaba su hermoso cabello castaño sujeto con una pequeña flor amarilla, traía un vestido blanco hasta las rodillas, con un pequeño escote en v y por ultimo alguien le había aplicado un maquillaje suave que resaltaba sus ojos y los labios deseables.
 
- Mi mamá - dijo señalándose - ¿Me voy a quedar aquí? - pregunto divertida.
 
- No pasa - se limpio las manos en el pantalón e intento por todos los medios no tocarla, parecía un ángel -yo…
 
- No digas nada, me siento fatal, mamá cree que voy a verme con un chico - Dijo mientras se dejaba caer en el sofá.
 
- ¿Perdón? ¿Yo qué soy?
 
- Tú no cuentas - y con un tirón se quito los zapatos - ella no creería que tu y yo…bueno sabes a lo que me refiero - Peter cruzo los brazos sobre su pecho y se recostó en la puerta, y con voz seria agrego:
 
- No sé a lo que te refieres.
 
- No importa ¿Qué vamos hacer? Ufff ¿No me había fijado en lo arreglado que estas? ¿Salimos? - Peter se miro el traje de saco y corbata que se había puesto, está era una ocasión especial y así lo había dejado claro a sus padres, que muy amablemente le habían cedido su casa, aunque dudaba la reacción de ambos al saber  la identidad de su invitada.
 
- No - sintió su cara arder, pero lo hecho, hecho está - hice de cenar, bueno en realidad pedí algo para…
 
- ¿En serio? - pregunto confusa - ¿Esto es una cita?
 
- Pues… sí… es San Valentín y… tu y…yo…
 
- Me encanta - exclamo ella en dirección al comedor - ¡Mmm! Sabes que muero por un pedazo de pollo con champiñones, eres tan dulce - Se giro y planto un beso en su mejilla.
 
La cena fue la más extraña que hubiese tenido en su vida, Lali lo miraba con una ternura infinita, mientras él intentaba no atragantarse con el bendito pollo. Estaba muy nervioso, quería pedirle a Lali que fueran algo más que amigos, su madre le había dado a entender que hay señales para conocer cuando uno está enamorado de alguien y él las tenia todas.
 
1. Pensar en esa persona todo el tiempo.
2. Querer pasar tiempo con esa persona.
3. Desear solo cosas buenas para ese alguien.
4. Tener confianza en un posible futuro juntos - no sé veía casado aun pero sí intentando formalizar un noviazgo, luego ¿quién sabría?
5. - y el más importante según su madre - sentir ese montón de mariposas en el estomago.
 
En realidad la lista era grande, su madre cuando quería ser extensa se esmeraba bastante.
 
- Lali yo…
 
- ¿Vamos a ver la peli?
 
- ¿Cuál peli? - pregunto intrigado al ver que Lali lo arrastraba a su habitación.
 
- Una romántica - sonrió y él intento por todos lo medios sacarle algo romántico a “The Terminator” y a “Rambo”.
 
La vio acomodarse en su cama y la sola visión de ella allí recostada le hizo acelerar el pulso, se regaño mentalmente por eso, habían estado en esa habitación millones de veces juntos y bueno, nunca había pasado nada, de nada. Hoy no tenía que ser diferente.
 
- ¿Quieres ver esta?
 
Le  tendió un titulo bastante anticuado y ella negó con la cabeza, así que ahí estaban los dos viendo “Rambo III”. Peter sintió una de la manos de Lali vagando por su estomago.
 
- ¿Te gusta la película? - pregunto de repente, tenía que hacerle la propuesta, quería pedirle de una buena vez que…
 
- La hemos visto cuatro veces – Lali se sentó en la cama y lo miro - ¿A ti te gusta?
 
- Me parece buena, aunque debo confesarte que me gustaría más si… - no pudo seguir hablando porque los labios de Lali bajaron a su encuentro.
 
Él había besado antes, Lali obviamente no, ella pego los labios de ambos y espero el tiempo suficiente para que “el experto” la guiara, Peter imito la misma posición de Lali y su mano fue a parar a la garganta de la chica. Allí con ayuda de sus dedos recorrió  el rostro de la joven, que estaba completamente inmóvil.
 
Lali quería que funcionara, era su primero beso y necesitaba cooperación, no sabía que hacer, pero al intentar animar a Peter abrió la boca y se encontró con la lengua de él.
 
Peter se acerco un poco más y ella puso sus manos en las caderas de él, el juego que habían iniciado con las lenguas le resultaba bastante agradable, cómo agotador, necesitaba aire, así que se alejo un poco y él entendió su necesidad.
 
Pero al no sentir el contacto de su boca con la suya se sintió vacía, así que lo miro intentado solicitar permiso para continuar, pero Peter la atrajo hacia él y esta vez el beso fue intenso y maravilloso.
 
Necesitaba más, no sabía que hacer, así que se acostó junto a Peter quien no dejaba de besarla y acariciar su rostro. Se imagino lo que había tenido que hacer para salir de casa ¡Sí su madre se enteraba de lo que estaba haciendo! La mataría. Pero tenía tantas ganas de mostrarle a Peter que ella también era una mujer, que no le importo, quería que él la viera de la misma manera con la que miraba a las otras chicas, se había convencido de muchas cosas, pero nunca logro ver a  Peter cómo un amigo, era una estúpida, una que estaba disfrutando los besos de la persona que más había querido en la vida.
 
Peter se separó de ella y la miro, la flor estaba en el piso y el cabello de Lali revelaba lo que estaban haciendo en su cama. Él no era un niño y sabía, mejor, entendía de antemano lo que podía ocurrir sí no paraban. Así que respiro hondo.
 
- Yo quiero…
 
- ¿Hacer el amor conmigo?
 
- Pues mira es en términos una relación … ¿QUÉ? - Lali se levanto de la cama y con toda la calma del mundo comenzó a quitarse el vestido blanco, hasta quedar solo con  una pequeña braguita rosa.
 
Peter pudo ver los cambios que lo habían mantenido despierto los últimos días, los senos de Lali eran proporcionales a su pequeña figura y las curvas eran muchas y perfectas.
 
- Tu turno - Le dijo mientras intentaba ocultar con sus brazos los pezones.
 
Peter dudo un segundo, aun así, se quito la corbata, seguida del saco, la camiseta y los pantalones. Lali se quedo mirando las partes descubiertas y las cubiertas también y señalo en dirección de los bóxers.
 
- Las tuyas primero - dijo Peter con tono divertido. Pero Lali estaba dispuesta a todo,  con ayuda de unas manos temblorosas deslizo por sus muslos la minúscula prenda. Ahora sí estaba tal cual llego al mundo.
 
Peter trago saliva he intento serenar a su chico que amenazaba con salir de su ropa interior.
 
- ¿Los haz visto? -dijo Peter señalando sus partes íntimas.
 
- Sí, pero no cómo está el tuyo ahora.
 
- Eso sonó… - Lali mostró sus dientes a través de una hermosa sonrisa.
 
- ¿Fuera de lugar?
 
- Algo así - sin embargo Peter se quito la ropa interior - Acércate – Lali camino el corto tramo que los separaba.
 
- ¿Sabes qué hacer? -pregunto esta cuando sus cuerpos se encontraron.
- Aun lo estoy dudando - dijo Peter mientras depositaba pequeños besitos en la frente de Lali - Pero no va hacer complicado, creo.
 
Lali levanto su rostro para encontrar la boca de Peter, quien la beso intensamente y apasionadamente mientras la acomodaba en la cama. Ella sintió el peso de Peter y la presión de su miembro en el estomago. No tenía vergüenza ni mucho menos temor. Tomo valor y comenzó a recorrer el cuerpo de él con sus manos, exploro su cara, sus brazos y con las piernas acaricio las de él. Peter era verdaderamente suave y su boca era maravillosa, él estaba besando sus pequeños senos con una devoción infinita.
 
- Me gusta - susurro ella.
 
- A mí también me gustan - dijo Peter con voz ronca.
 
Peter se tomo el tiempo necesario para explorarla, eran todas sensaciones nuevas, pero agradables. Lali por su parte comenzó a darle pequeños mordiscos en el hombro izquierdo y con una de sus manos exploró su espalda y más abajo. Al final de cuentas los concejos de su padre sí iban hacer muy útiles.
 
Una de las rodillas de Peter se introdujo dentro de los muslos de Lali, y esta reacciono instintivamente a la intromisión, gimiendo y moviéndose.
 
- ¡Oh Dios! - dijo con voz quedada -Esto es tan… - y atrapo la cabeza de Peter que bajaba amenazadora hacia su parte más íntima.
 
- ¿Te estoy lastimando? - pregunto preocupado, pero Lali lo miraba con esos ojos pardos nublados con un sentimiento muy cercano a la pasión.
 
- Es solo… - y atrapo la boca de Peter, quien respondió gustosamente al beso. Cuando estuvo seguro de que aun respiraba le pregunto:
 
- ¿Tienes miedo? - Lali negó con la cabeza - ¿Paramos?
 
-No - casi grito horrorizada- Es solo que…siento muchas cosas y…
 
- Yo también las siento  aquí -y se llevo la mano de Lali directo al corazón -No podría estar está noche en ninguna otra parte, solo aquí contigo - Le sonrió y Lali beso nuevamente los labios de Peter.
 
Lo que vino a continuación fue algo fuera de la realidad, Peter se situó entre los muslos de la chica y sin apartar su mirada verde de ella se introdujo en su interior. Se quedó tan quieto cómo pudo y espero, los ojos de Lali se abrieron con un gesto de asombro genuino. Este sí que era un nuevo grado de intimidad.
 
- ¿Duele? - pregunto al fin Peter con un hilo de voz. Estaba aterrorizado, la primera vez para una chica era bastante más difícil.
 
- No mucho - Le aseguro Lali mientras pasaba sus manos alrededor del cuello de Peter - Deseo moverme - Dijo de pronto.
 
Y claro que tenían que hacerlo, Peter se introdujo un poco más y salió de la misma manera, el compás que se marco a continuación dio el inicio de una melodía cargada de mucho erotismo y sensualidad. Los dos jóvenes se unieron en un solo ritmo y dejaron que sus frentes húmedas se encontraran en señal de rendición.

lunes, 29 de julio de 2013

San Valentín Número 17


Después del episodio aquel, Lali evitaba dirigirse a Peter en términos “San Valentinezcos” no quería traer a colación la palabra sexo ni mucho menos quería imaginar a Peter haciéndolo con la bruja de Paula. De solo pensarlo su estomago le daba una patada al intestino.
 
- ¡Guacala! - dijo para sí misma, y siguió caminando entre la multitud agolpada en la mitad de la cafetería. Hoy era el día de la lasaña y pan francés y cómo todos esos días Peter venía corriendo por su segundo plato.
 
- ¿El primero?- le pregunto cuando estuvieron a punto de chocar por culpa de la multitud.
 
- Claro ¿Me guardaste puesto?
 
- Obvio - y dicho esto se puso en marcha para su segunda ración.
 
Ella lo miro alejarse y ocupar el último puesto de la fila, pero cómo por arte de magia los chicos le cedieron sus puestos, alcanzando el primer lugar. Siempre había sido así, el carisma de Peter le había llevado hacer uno de los mejores en todo, desde los deportes hasta el mismo estudio. Aunque en los últimos días, su comportamiento había sido verdaderamente extraño.
 
No sabía que lo mantenía tan distante y eso le preocupaba. Se acomodo en una de las sillas de la amplia cafetería y lo observo venir con un plato de lasaña y una sonrisa grabada en el rostro. Siempre le había parecido muy apuesto, tenía el cabello completamente negro y sus ojos eran de un verde oscuro, su cuerpo era el de un chico de 17 que hacia mucho deporte, pero tan bien moldeado que no resultaba desagradable a la vista, en realidad en los últimos días pensaba mucho en eso.
 
- ¿Qué te pasa? ¿Estas toda roja? - le acuso mientras ocupaba la silla a su lado.
 
- Esta muy caliente.
 
- ¿Yo?
 
-¡Dios no! La comida ¿En qué piensas cuando preguntas esas idioteces?
 
- En lo mucho que me gusta verte sonrojar
 
- ¿Estas coqueteando conmigo? – Lali lo miro con escepticismo y comprobó que no estaba del todo equivocada.
- No, es en serio - trago un pedazo gigante de lasaña - estuve hablando con una mujer en estos días
 
- ¡Hombre gracias por lo que me toca! - lo escucho sonreír.
 
- En sí, ese no es el punto - explico meneando el tenedor en su dirección- la mujer, me dijo varias cosas muy sabias e importantes - le guiño el ojo y Lalo rió con ganas.
 
- ¿Así?  ¿Qué te dijo tu mamá?
 
- En realidad La, puedes quitarle a los minutos más bellos su verdadero significado.  
 
- Muy poeta resultaste.
 
- Gracias, tus palabras me halagan - tomo un poco de jugo y se infundo valor - que en muchas ocasiones… ¿Puedes ir mañana a la casa?
 
- ¿Eso te dijo tú mamá?
 
- En realidad sí, van a estar fuera toda la noche, así que pensó que sería bueno que los dos pasáramos San Valentín juntos ¿Te parece?
 
- ¿Y Paula?
 
- Dale con eso, tenemos 15 años de estar juntos para esa fecha, es un día especial, yo te entrego mi regalo y tu me das el tuyo ¿recuerdas?
 
- Nunca lo olvido.

sábado, 27 de julio de 2013

San Valetin Número 17


-Para el día de San Valentín de este año no se va a realizar el tradicional baile - A lo lejos, en la clase, se escucho un eco disgustado - Si señores, siempre ha sido el mismo desorden hormonal y ya sabemos cómo termina todo - La maestra Rocío detuvo su charla para alzar las cejas en señal de reprobación - Así que este año hemos optado por hacer algo tranquilo, nos vamos a reunir todos en las instalaciones del colegio, se van a dar los respectivos regalos y después de una copita con jugo de naranja cada uno de ustedes se va para la casa, solito, a terminar de pasar el día con sus progenitores ¿Esta claro?
 
-Todos los integrantes de la clase asintieron con la cabeza, mientras cruzaban los dedos debajo de sus pupitres.
 
Lali que había terminado su trabajo de ciencias durante la charla de la maestra de ética, se dispuso a elaborar su tradicional tarjeta de San Valentín, todos lo años hacia una para Peter, otra para su hermano y una para sus padres. No era nada, solo una manera de pasar el rato y las aburridas clases de normas y leyes de la maestra Rocío.
 
Peter que había llego algo retrasado y con cara de pocos amigos paso por su lado y le tendió un papelito.
 
“Necesito tu ayuda, anoche no pude estudiar nada”
 
Lali se volteo para mirarlo y con un movimiento de cabeza le aseguro su ayuda durante el examen de matemáticas.
 
Para la hora del profesor Torres, todos los alumnos se habían distribuido estratégicamente por el salón, todos se habían agolpado hacia el puesto de Lali, intentando de alguna manera copiar su examen. Pero hoy no le importo, mientras Peter pudiera verlo también.
 
-Veo que están todos muy organizaditos - El profesor Torres paso por cada uno de los puestos revisando hasta el más mínimo detalle - Espero que este examen sea muy productivo para ustedes, pase toda la noche elaborándolo - Todos los estudiantes dijeron un ¡Oh oh! En un solo coro - Sin embargo, les doy permiso para que se agrupen en parejas.
 
Peter voló hasta el puesto de Lali y al caer a su lado una especie de corriente eléctrica traspaso su cuerpo.
 
- ¿Te pasa algo? – Lali lo miro con esos ojos pardos y él perdió el sentido del tiempo ¿Podían unos ojos ser tan bonitos?
 
- Nada -logro decir,
 
- Genial ¿Por qué saliste corriendo ayer? Anoche nos hubiésemos puesto a estudiar y estuvieras más seguro y… - él perdió el hilo de la conversación, Lali movía los labios de una manara tan particular y tan especial qué…
- Señorita Esposito - al escuchar su apellido Lali cerro la boca trayendo a Peter al torturante presente - he dicho que absoluto silencio ¿No escucho? Ó ¿Prefiera hacer el examen sola?
 
- No señor.
 
-Bien, dígale a su compañero que vuelva al planeta tierra y comiencen la prueba.
 
Dos horas después la gran mayoría de los estudiantes repasaban las respuestas y daban las últimas tecleadas a la calculadora. Mientras que Peter intentaba por todos los medios concentrarse en la cantidad de números que Lali esparcía por toda la hoja. Se dio cuenta entonces que por mucho que lo intentara la sola presencia de su amiga lo desconcentraba tanto, hasta el límite de parecer un completo imbécil.
 
- Lo siento - dijo después de un rato de camino a casa, necesitaba dejar clara varias cosas, entre ellas el hecho de su poca participación en la prueba.
 
- No sé que te pasa, estas en las nueves últimamente – Lali sonrió ¿Siempre se le iluminaban los ojos al sonreír? - ¿Es por Paula?
 
- ¿Ah? -pregunto extrañado
 
- Lo dicho estas más en la luna que aquí, debes ponerte pilas - le entrego uno de los libros que llevaba en las manos - cárgame esto, pesa cómo un demonio, en fin, creo que te tengo un plan que puede funcionar, sabes que esa mujer me cae como una patada en el hígado, pero sí quieres hacerle algo para San Valentín yo te puedo ayudar.
 
- ¿San Valentín?
 
- ¿Es eso verdad? Es dentro de dos días y aun no preparas nada.
 
- Pero siempre lo pasamos juntos - Lali negó con un dedo.
 
- No señor, en esta ocasión tienes novia.
 
- ¿Novia?
 
- Sí ¡Hombres! - se detuvieron en la puerta de la casa de Lali- ya pensé en todo.
 
- ¿Todo? - Peter levanto una ceja pensativo, a lo que Lali solo pudo responder dándole un golpe en el pecho.
 
- Bueno no todo, no sé que se puede hacer en ese día, aunque creo que hay que dejar volar la imaginación.
 
- ¿Tienes mucha imaginación enana? – Gaston abrazo a su hermana por la espalda y le dio un beso sonoro en la mejilla.
 
- No, pero quizás tú sí ¿Qué puede hacer Pipu el día de San Valentín?- pregunto con tono inocente.
- Sexo puro - Peter miro a Lali que se había quedado tan blanca cómo un papel y le entraron unas ganas inmensas de reír por la expresión de espanto de su amiga, pero se contuvo ¡Gracias a Dios! - Eso de las cartitas, los detallitos y esas cosas vuelan, es tu hora chico - Lali logro salir de su estado de estupor solo para clavarle el codo en el estomago a su hermanito.
 
 
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jueves, 25 de julio de 2013

San Valentín Número 17


- De nada - Peter negó con la cabeza, y agradeció que su amigo estuviera siempre pensado en otras cosas. Se  dispuso entonces a buscar algo para comer, según su madre hoy llegarían más tarde, así que iban a pasar una noche muy deportiva.
 
Después de ver un partido de futbol y comer como cerdos, Gaston exploto con un argumento bastante aterrador.
 
-Está creciendo - dijo de repente - esa cosas que le suceden a las niñas, supongo - dijo con tono práctico - mamá dice que esta en pleno desarrollo, así que todas las cosas - dijo señalándose el pecho - están creciendo y… - le mostro los labios - se esta volviendo en una mujer, de esas que se besan y se le hacen cosas terribles. Aunque es mi hermanita aun y mataría a cualquiera que le ponga las manos encima - sonrió satisfecho.
 
Así que esa noche Peter no durmió, pensando en cosas que crecen y labios para besar. Dios, necesitaba pensar en otra cosa que no fuera Lali, ella era prácticamente su hermana, su mejor amiga y ahora… una mujer.
 
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- Así que tienes este signo aquí, por lo tanto debes comenzar a multiplicar por el factor y… ¿Me estas escuchando? - él aludido movió la cabeza afirmativamente - ¡Oh muy bien! ¿Sabes que mi madre no usa ropa interior? – Peter siguió mirando algo en la distancia - Bien, sabes que estoy a punto de darte un beso de esos empalagosos, me muero por partirte la boca y…
 
- ¿Estas creciendo?
 
- ¿Perdón?
 
- Sí, estas diferente, te ves diferente - dijo señalándola
 
- Yo me siento igual - Se miro la blusa color verde olivo y la enorme falda hasta los talones- ¿Qué me ves de raro? - Peter se toco la cabeza derrotado.
 
- No es nada ¿Qué me decías?
 
- Que las matemáticas son más fáciles sí me prestas atención, sabes que debes aprobar la materia, la tienes prácticamente en ceros.
 
- Lo sé, no me atormentes más – Peter vio que una chica rubia se acercaba a la mesa y se oculto dentro de su cuaderno de matemáticas.
 
- No me digas ¿Se acerca?
 
- Chitón - le susurraba
 
- Eres un completo idiota - Declaro Lali, al ver la cara de espanto de Peter.
 
- Hola Pitt - la rubia tenía una voz  cargada de sensualidad, Lali odiaba a muerte a esa mujer, pero aun así Peter había pasado más tiempo intentando conseguir un sonrisa suya que estudiando matemáticas.
 
- Hola Paula- Peter sonrió y dejo ver sus hermosos dientes y aquel hoyuelo en la mejilla izquierda que Lali tanto conocía.
 
- ¿Vamos a tomar algo a la tarde?
 
- No, está estudiando – Lali comenzó a pasar las hojas del libro tan duro, cómo si el pobre tuviera la culpa del calentamiento global.
 
- No te pregunte a ti - se sentó en las piernas de Peter y Lali comenzó a recoger sus cosas, sabía muy bien que pasaría a continuación.
- En realidad Paulita - Peter evito las manos traviesas de la chica y se concentro en utilizar la sutileza - estoy un poco quedado en matemáticas, así que La- dijo señalándola - me va a dar unas clases extras.
 
- ¿La sabelotodo? ¿Por qué no le copias cómo hacemos los demás?- a Lali se le cayo la mandíbula al piso, casi 6 años y no se había enterado que era el boleto de entrada para un siguiente curso, eso sí era… ¿humillante?, Peter tuvo el coraje para reírse a carcajadas, por lo visto no era la única que desconocía aquel detalle. Lali guardo todo en su maleta y se encamino hasta la salida de la biblioteca, no tenía ni ganas, ni tiempo para perder.
 
Comenzó entonces el recorrido que se sabía de memoria, iba a ser un poco más largo sin compañía, pero no había sido la primera vez, desde que Peter inicio aquella “relación” con la bruja esa, se había olvidado - algunos días, no todos - de ella. No le importaba mucho, al fin de cuentas se lo veía venir, el día que Peter se cayó en una alcantarilla por estarle mirando las piernas. Aun se reía de ese momento, aunque muy en el fondo deseaba que alguien la mirara de aquella manera alguna vez.
 
- ¡¡Arriba las manos!! -el grito que escucho a sus espaldas la dejo helada, instintivamente alzo ambos brazos y se dispuso a entregar absolutamente todo. No la iban a matar por una maleta llena de libros ¿verdad?
 
- Deja esa cara de espanto por favor - su hermano que venía en su dirección se detuvo precisamente al lado del supuesto asaltante- y tú deja de asustar a mi hermana - al escuchar esto, la risa inconfundible de Peter inundo sus oídos.
 
- ¡¡Eres un idiota!! - se giro completa y se abalanzo sobre el chico y los dos cayeron directamente sobre el pasto de una casa vecina en un enredo de piernas y brazos.
 
- ¡¡Deja de golpearme loca!!
 
- ¡Me asustaste imbécil!
 
- Paren los dos - Gaston  se agacho a la altura de los contrincantes y con un solo movimiento levanto a su hermana - enana deja de pelear cómo si tuvieras ocho, hacen cada papelón ustedes dos.
 
Peter se acomodo la ropa y se arreglo el pelo, cuando eran más pequeños y hacía enojar a Lali, ella se abalanzaba sobre él y  terminaban en una verdadera batalla campal, pero siempre había alguien para defenderlo, al fin de cuentas él nunca le iba a pegar a una niña.
 
- Me vuelves asustar así y… ¿Para dónde vas? - Lali se quedó con las palabras en la boca al notar que Peter comenzaba a correr con dirección a su casa.
Habían cosas difíciles de explicar cómo lo que pudo sentir debajo del cuerpo de su amiga ¡Dios tenía curvas! Y ¡Qué curvas!, pero debía llegar pronto a casa y darse una ducha fría, necesitaba aclarar cosas y bueno dejar de pensar de esa manera, puesto que ahora tenía una erección creciendo en lo más profundo de sus pantalones.
 
- Correr y no seguir dando papelones - se reprocho mientras emprendía la huída.